¿Qué es un Americano?
Un café americano es el café que se prepara diluyendo un espresso con agua caliente. Pese a que no existe una “guía oficial” sobre la proporción de espresso y agua a utilizar en su preparación, un americano negro estándar se suele elaborar con una proporción de 1:1, es decir, una parte de espresso y una de agua caliente. Así el café conserva su aroma especial pero mucho más suave.
De todas formas, la proporción puede variar y dependerá siempre de la intensidad del espresso y del gusto de cada cual.
¿De qué se compone un americano?
El orden en que pongamos los ingredientes en la taza no afecta al resultado. Pero según los expertos, es posible que ciertos sabores estén más presentes que otros si primero añadimos el café y luego el agua.
La intensidad del café molido que utilicemos influirá de manera sustancial en el producto final de nuestra taza. Si quieres disfrutar verdaderamente de los matices elegantes y afrutados de la mezcla de café puro arábica premium de Colombia, Brasil y Honduras, no dudes en optar por Nescafé® Dolce Gusto® Americano. Un café elaborado para los amantes del café que buscan la riqueza de un buen café en una taza más larga.
¡Y sin calorías! Porque las calorías de un americano son cero a no ser que le añadas leche, azúcar o algún otro tipo de complemento.
Historia del café americano
Así que para preparar un café lo más parecido posible al que tomaban en su tierra natal decidieron diluir el espresso en agua caliente.
Una vez acabado el conflicto, esta forma de preparar el café se popularizó convirtiendo el café americano es una de las numerosas opciones que encontramos en las cafeterías de todo el mundo.
¿El americano es un café negro?
Café largo vs americano
Preparado en este orden, primero el agua y luego el café, la crema del espresso se mantiene intacta, manteniendo más los aromas del café.
¿Qué es un americano blanco?
El americano blanco multiplica las variaciones de disfrutar de una buena taza de café americano: con leche fría, caliente, de avena, de almendras, de arroz… ¡las opciones son casi infinitas! ¡Y más si le añadimos hielo!
