Descubriendo la historia del café
Son muchas las leyendas sobre el origen del café que lo sitúan en diferentes puntos y épocas. Probablemente, una de las más conocidas cuenta que fue un pastor llamado Kaldi quien descubrió el café mientras sacaba a pastar a sus cabras.
Aun así, aunque sea difícil definir su descubrimiento, sabemos que el consumo de esta bebida es anterior al siglo XV, y que las tribus africanas ya disfrutaban de sus beneficios desde la antigüedad. ¡Veamos cuál ha sido su rastro desde su descubrimiento hasta nuestros días!
¿De dónde proviene el café?
Para conocer la procedencia del café es muy importante conocer el origen del árbol de café o cafeto, una planta de origen etíope, nacida en África oriental. Sin embargo, aunque Etiopía sea la tierra donde se descubrió el café, su cultivo se localizó por primera vez al sur de Yemen, hogar de los primeros fans de la bebida: los monjes Sufistas. Estos religiosos tenían una manera muy peculiar de disfrutar del café, ya que dejaban fermentar los granos durante toda la noche para beberse el resultado al despertar. Un proceso laborioso si pensamos en ¡lo sencillo que es hoy en día utilizar una de nuestras cápsulas NESCAFÉ® Dolce Gusto® !.
Su expansión por el mundo
De Etiopía a Yemen, donde nace su cultivo
Las culturas árabes y africanas, territorios de donde es originario el café, son las responsables de expandir su consumo, empezando por el mundo islámico hacia el siglo XVI. Pero además, producen dos de las variedades más consumidas mundialmente: la arábica y la robusta. Pero, ¿cuál fue su recorrido por los demás continentes?
De África a Europa, polémica y religión
El café desembarcó en Europa en el siglo XVII, concretamente en Venecia, donde parte de la población había oído de su sabor y beneficios de boca de los exploradores que volvían de sus viajes por África.
Sin embargo, su llegada estuvo llena de polémica debido a que muchos veían en ella una bebida diabólica que traicionaba sus principios católicos. De hecho, no fue hasta la llegada de la bendición del Papa Clemente VIII, aprobando su consumo, que llegaron los auténticos “fieles”.
Asia y América, el viaje final
El último tramo de la expansión mundial del café tuvo resultados dispares. Primero llegó a Asia, adquiriendo cierta relevancia en China y Japón, pero encontrándose cara a cara con un fuerte competidor: el té, una infusión ancestral y arraigada en la cultura de ambos países.
Pero, a pesar de su poca suerte en Asia, al llegar a Nueva York se convirtió en la bebida matinal por excelencia de los americanos. Inicialmente debido a los altos impuestos que afectaban al té y posteriormente ¡por méritos propios!
Muy pronto su expansión por Latinoamérica dio lugar a nuevos cultivos de origen, que actualmente son la cuna de localizaciones tan emblemáticas para el café como son: Brasil, Colombia, Honduras o Panamá. Países donde se producen algunas de las mejores semillas de café, gracias a las características de su terreno y a un clima cálido estable que permiten obtener una gran producción de arábica. ¡Celébralo con un buen sorbo de alguna de nuestras variedades de café orgánico Orígenes!
El café en nuestros días
Actualmente el consumo de café se ha extendido por todos los rincones de la Tierra y ha sabido adaptarse a los gustos y costumbres de todos sus habitantes, encontrando grandes adeptos en países como Finlandia o Noruega que, según la International Coffe Organization, consumen la mayor cantidad de café anual por habitante.
Y ahora que ya sabes de donde viene el café te recomendamos que lo disfrutes en algunas de sus variedades más clásicas. Si prefieres el café solo, prueba alguno de nuestros ristrettos, espressos o lungos y si te gusta acompañado, opta por nuestras especialidades con leche como el café con leche o el latte macchiato. Podrás prepararte cualquiera de ellos en tan solo ¡2 minutos!